viernes, 15 de agosto de 2014

Quién teme al lobo feroz?

Ayer, un hombre de unos 70 años me dijo (de una forma bastante desagradable, todo sea dicho) "Me da pena la juventud. Con todo lo que se les viene encima, y que no se mueve".

Obviando que los problemas sociales que nos va a tocar vivir no fueron causados por nuestra generación, pensé que la "juventud" como término global no tiene sentido. Sí, claro que existe la generación "ni-ni", no merece la pena desmentirlo. Pero a su lado, también está la juventud "y-y".

Esa juventud que, estudia, que trabaja (o que no trabaja pero lo haría encantada si tuviera la oportunidad). Esa generación atrevida, que no se deja amedrentar por lo que ha sido, y que tiene sus miras en lo que será creado por ellos. Que lucha, que se mueve, que no tiene miedo de la oscuridad del túnel en que otros les han colocado, y que no parará de excavar hasta que se dé de bruces contra el cielo abierto. Como algunos dicen, la generación más preparada de la historia.

Por eso, me enorgullezco infinitamente de la respuesta que le di al hombre ante tal comentario: "No nos tenga pena; la pena no soluciona los problemas. Nos vienen mal dadas, pero estoy segura de que nos apañaremos".

PD: el hombre se calló. Y espero que mucha gente como yo haga callar a todos esos hombres y mujeres que sienten pena por aquellos de los que deberían estar orgullosos.

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