miércoles, 17 de diciembre de 2014

La esperanza es una puta. Es como la última brasa que te quema los pies antes de que los nervios colapsen. Como pequeño hilo que sujeta dos mitades de algo a punto de romperse. Es el momento justo antes del golpe, en donde sólo te da tiempo a pensar"va a doler".
Y aún así seguimos aferrados a ella, pensando que puede quedar algo más. Duele, pero irá a mejor: eso es la esperanza; una fe ciega en algo inexistente, que extiende un velo entre nosotros y la realidad. Sí, sirve de paliativo pero, ¿cómo podrás levantarte si aún no sabes que has caído?

Por culpa de la esperanza vivimos siempre elevados unos milímetros del suelo. Pensamos que somos más altos, pero la verdad es que sólo tenemos más dificultad para andar.

Es, simplemente, otra mentira más. No todo llega, empieza a planteártelo desde este mismo momento. Y cuando todos estemos desesperados, no tendremos nada que perder.

¿No será por eso por lo que tenemos miedo a perder la esperanza?

viernes, 15 de agosto de 2014

Quién teme al lobo feroz?

Ayer, un hombre de unos 70 años me dijo (de una forma bastante desagradable, todo sea dicho) "Me da pena la juventud. Con todo lo que se les viene encima, y que no se mueve".

Obviando que los problemas sociales que nos va a tocar vivir no fueron causados por nuestra generación, pensé que la "juventud" como término global no tiene sentido. Sí, claro que existe la generación "ni-ni", no merece la pena desmentirlo. Pero a su lado, también está la juventud "y-y".

Esa juventud que, estudia, que trabaja (o que no trabaja pero lo haría encantada si tuviera la oportunidad). Esa generación atrevida, que no se deja amedrentar por lo que ha sido, y que tiene sus miras en lo que será creado por ellos. Que lucha, que se mueve, que no tiene miedo de la oscuridad del túnel en que otros les han colocado, y que no parará de excavar hasta que se dé de bruces contra el cielo abierto. Como algunos dicen, la generación más preparada de la historia.

Por eso, me enorgullezco infinitamente de la respuesta que le di al hombre ante tal comentario: "No nos tenga pena; la pena no soluciona los problemas. Nos vienen mal dadas, pero estoy segura de que nos apañaremos".

PD: el hombre se calló. Y espero que mucha gente como yo haga callar a todos esos hombres y mujeres que sienten pena por aquellos de los que deberían estar orgullosos.

martes, 20 de noviembre de 2012

Vida


“Nacer del todo implica bastante tiempo”: Es lo que el pequeño  habría pensado si fuera consciente de que había nacido. Pero de momento no lo hizo; tenía cosas más importantes que aprender, cosas que estaba descubriendo. Demasiado despacio para lo que le hacía falta, demasiado rápido para lo que le quedaba.
3 meses. Eso es lo que tardaron sus ojos en empezar a funcionar más o menos bien. Por fin empezó a ver el mundo real, en vez de estúpidos borrones grises. Y al principio le gustaba. Vio a su madre, vio sus manos. Hasta consiguió ver alguna que otra sonrisa cuando se acercaban a él. Y pasó el tiempo, y siguió viendo.

Hasta que llegó un día en el que se dio cuenta de que había visto demasiado. Entonces, cerró los ojos…






    … y no los volvió a abrir nunca más.



jueves, 27 de octubre de 2011

Lluvia


Corre. Más rápido. Aún más. Tanto como esos segundos que se te escapan de entre los dedos sin que te des cuenta. Descalzo y bajo la lluvia. No importa hacia dónde, ni para qué. Simplemente necesitas sentir que cortas el aire, que sólo estás tú.
Ni tu sombra te sigue. Más bien, tú eres la sombra de los pasos que vas dando, de todo el camino que has recorrido. No te voy a decir por qué lo haces: ¿estás huyendo?, ¿tal vez buscas algo? Eso es algo que tienes que adivinar, pero mientras tanto no se te ocurra pararte, no vaya a ser que te des cuenta de que te has perdido.
Que vayas tan deprisa que las gotas de agua de la tormenta que tienes encima no tengan tiempo de posarse en tu piel. Y sólo quédate quieto el día en el que llegues a un lugar donde seas tú el que llueva en la piel de la tormenta.

jueves, 22 de abril de 2010

No, no tengo valores...

Hago las cosas por puro egoísmo y me siento bien: me gusta.
Pero hay momentos que hasta yo me preocupo por los demás. No por valores, no. Por mi, porque me importan.Pero por mí.

La gente que es buena por naturaleza, debería asomarse al balcón de vez en cuando. Con cuidado, que sopla el viento. No se vayan a romper.

jueves, 11 de febrero de 2010

FELICIDAD??

EL MUNDO ESTÁ LLENO DE IDIOTAS

Nada más salir a la calle, los sientes. Están ahí, creyendo que de verdad son dueños de sus vidas, que saben algo. Sonrisas insulsas, miradas vidriosas. En fin, correción

Hablan como si tuvieran algo que decir, pero simplemente repiten cosas que han oído salir de otras bocas.Loros. Peor: loros con pretensiones.

Eso sí: son felices. Tienen ese tipo de felicidad que da el pleno convencimiento, la no-reflexión.
su vida se repite, siguiendo cánones establecidos por otros, pautas de comportamiento asimiladas automáticamente.

Y no tienen miedo. Jamás. La inconsciencia les hace valientes. Les permite afirmar categóricamente algo de lo que no están seguros.

Y los que se dan cuenta, aunque sea durante una mínima fracción de tiempo, de su condición real, de que son ovejas en un rebaño, se consuelan diciendo: "Es lo que hay". Pero, ¿lo que hay no es lo que alguien ha hecho antes?

Así que llamadme egocéntrica, egoísta, y millones de cosas que empiecen por ego, el yo siempre por delante. Decid que soy cruel, insensible incluso. Pero tened por seguro que jamás seré una oveja.